La administración del día a día de una compañía no es algo sencillo en absoluto. Los trabajadores que son parte activa de la misma son conscientes de eso, y lo mismo pasa con autónomos y emprendedores, que ya tuvieron que afrontar a una sección de la gran dificultad que puede conseguir la actividad administrativa y de administración que subyace bajo la actividad de producción. Contabilidad, facturación, nóminas… si el coche es el vehículo que nos traslada, administración es el motor que se hace responsable de que el coche se mueva cuando pisamos el acelerador. Y claro, para la mejor administración es indispensable disponer de los instrumentos correctos, como las resoluciones de Sdelsol.
Y no es un trabajo sencillo, a pesar de que existe una religión amplia de eso. Bastante a la inversa, es una actividad que pide de un excepcional nivel de meticulosidad. Pondré un ejemplo bastante claro: si yo me equivoco y, por ejemplo, escribo «hay» cuando debería escribir «ahí» en una noticia, evidentemente el error puede deslucir un poco el resultado, pero la peor consecuencia posible serán algunos comentarios en los que se hace alusión a mi error, y al verlo podré entrar al editor, modificar la noticia y el problema se resolverá.
Si una persona responsable, ejemplificando, de la administración de las nóminas, comete un error semejante al mío, solo que en vez de cometer un error en una palabra lo hace en un número, las secuelas tienen la posibilidad de ser mucho peores. Desde empleados que reciben una nómina y un ingreso incorrectos hasta retenciones mal aplicadas, que después se traducirán en un problema con la Agencia Tributaria y/o con la Estabilidad Social.
Esto continuamente fue de esta forma, sin embargo la pandemia lo ha difícil todo muchísimo más. El despliegue del teletrabajo ha perjudicado, igualmente, a todos los apartamentos de las organizaciones, sean estas enormes corporaciones de todo el mundo o humildes pymes que ofrecen todos los días lo mejor de sí. Y el efecto del teletrabajo en gestión, en esos ámbitos en los cuales no se había planificado anteriormente el trabajo remoto, podría ser colosal.
Y es que imaginemos una pyme cuyas herramientas de administración son aplicaciones locales, o sea, que se ejecutan exclusivamente en un computadora, o en varios dentro de una red local. ¿Qué pasa una vez que los trabajadores dejan de hallarse en esa red y, en su sitio, permanecen haciendo un trabajo desde sus casas? Que el modelo deja de ser operativo y, lo cual es peor, se abren las puertas a «parches» que generalmente son, como mencionaban U2 en Who’s gonna ride your wild horses, «an accident waiting to happen, a piece of glass left there on a beach«.
Gestión en la nube: La gran solución
Aun cuando hay casos concretos en los cuales ocupar herramientas en local es una necesidad, la gran mayor parte de organizaciones de toda clase y tamaño tienen la posibilidad de ofrecer el salto a la nube, una transición debido a la cual los inconvenientes ocasionados por el despliegue no planificado del teletrabajo se mitigan básicamente por completo, y se evitan aquellas resoluciones de emergencia que, en el mejor de los casos, se traducen en una evidente pérdida de eficiencia y productividad. ¿Y en el peor? Seguro que ya te lo imaginas.
El problema es que aún hay muchas organizaciones, en especial pymes, que poseen dudas sobre los servicios en la nube, tanto en lo referido a la confiabilidad de utilizar estas plataformas como al coste de las mismas. Por alguna razón se ha generalizado la equivocada religión de que la nube es patrimonio único de las enormes organizaciones una vez que, en verdad, es justo al contrario. Los costos de los servicios en la nube se escalan para que cualquier compañía logre entrar a los mismos.
El primer punto es un poco más difícil. Las legislaciones de España y europea son bastante exigentes en lo referido a la administración de los datos, por lo cual la alternativa más aconsejable es optar por un distribuidor europeo, o mejor todavía español si es viable, puesto que esto nos indicará que se rige por las mismas condiciones legales que nosotros mismos, y que ha preparado sus servicios para que podamos operar con paz.
Una ejemplificación perfecto de eso es, como indicábamos al inicio, Sdelsol, una compañía jienense especializada en el programa de administración, con resoluciones como Factusol para la administración de facturas y control de stock/servicios, Contasol, para la contabilidad general y Nominasol, para la administración de nóminas y seguros sociales, y que da sus resoluciones tanto en modalidad de programa autogestionado en local como en la nube. Por un costo continuamente escalado a las necesidades de cada organización, los trabajadores van a poder disponer de una plataforma que, al tiempo, se acomoda a sus necesidades
La ubicuidad de la nube rompe por completo con las ataduras del puesto de trabajo, permitiendo de esta forma que los expertos de la gestión logren desarrollar sus ocupaciones dando lo mejor de sí mismos, ya se encuentren en la oficina, en su vivienda o cualquier otro sitio. No deseo mencionar con esto, ojo, que el programa no siga teniendo vigencia, y como dije anteriormente hay ciertos ámbitos en los cuales todavía es la exclusiva alternativa viable. No obstante en lo demás, y en un nuevo mundo en el cual requerimos poder laborar a partir de cualquier lugar, la nube por el momento no es el futuro, ya es el presente.